Bienvenue!

"Es más alegre que una bienvenida y más triste que un suspiro." Don Blanding

"Se despidieron, y en el adiós ya estaba la bienvenida." Tom Benedetti

"Bienvenida
Bienvenida al palacio de la duda,
a la casa del miedo.

Cómo echaban de menos tus pisadas
las baldosas del barrio."

'El Hacha y la Rosa', 1993
Luis Alberto de Cuenca

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lunes, 7 de junio de 2010

Monologo de Luis Piedrahita

¡Buenas noches!

Yo venía a hablarles de una de las cosas que más le gusta atesorar a los seres humanos y que, sin embargo, no da la felicidad: las bolsas de plástico.Yo creo que ya, eh, ya, podríamos dejar de fabricar bolsas de plástico. Hay bolsas de plástico suficientes atesoradas en las casas como para ir tirando hasta que se extinga la humanidad.

El problema es que son gratis: Un día bajas al súper y subes: atún, leche, Maizena y dieciséis bolsas de plástico. Y claro, esas bolsas ya se quedan a vivir en tu casa. No las tiras. Las guardas por la misma razón que el teléfono de una ex novia, se supone que ya han cumplido su labor pero aún te pueden hacer un apaño.

Y claro la población de bolsas ha ido creciendo tanto que han tenido que organizarse en clases sociales.Por ejemplo, la aristocracia de todas las bolsas son la bolsa del Corte Inglés... fina, elegante, plástico del bueno... Es como magia, todo lo que metas en esa bolsa se dignifica. Puedes entrar con un gato muerto en el hotel Palace que si va en una bolsa del Corte Inglés nadie te dice nada.

Luego está la clase media, las bolsas de supermercado. Las pobres a lo máximo que pueden aspirar es a suplente de bolsa de basura. Pero como son más pequeñas se llenan antes y nunca queremos reconocer que la bolsa de basura ya está llena.Vas echando basura hasta que de repente en lugar de echarla, la posas en equilibrio. Y se va formando una pirámide y de repente, cuando ya no cabe más, tienes que meter una botella de Coca-cola de dos litros. No pasa nada, haces la técnica del banderillero: Sí, Con decisión, abres, clavas la botella, cierras la puerta y sales corriendo Y según te alejas se oye “clonc”. Aaah... pero tú ya no estás ahí. Porque existe una norma, no está escrita pero todo el mundo la conoce: “al que se le derrumba la pirámide cambia la bolsa.”

¿Se han fijado como se cambia la bolsa? Las chicas a la velocidad del rayo ¡zas! una lazada perfecta, dos orejas que ni el conejito Playboy. En cambio los chicos somos todo un espectáculo. Necesitamos meternos dentro de la bolsa. Sí, porque a los hombres no nos basta con hacer solo un nudo. Hacemos uno, y si queda sitio otro, y otro. Que al final parece un chorizo de nudos. Es curioso, las chicas un conejito y los chicos un chorizo. No se me ocurre nada para hacer el chiste...

Después de las del corte inglés y las del súper están las bolsas de clase humilde. Las verdes estas que no tienen marca. Que sirven para meter fruta, calcetines y abuelas. ¿No se han fijado que siempre que empieza a llover las abuelas sacan un bolsa verde y se la ponen en la cabeza?

Otras bolsas de clase humilde son las que nos dan en los aviones para vomitar. Que tiene narices, ¿eh? Que para una bolsa que nos da asco tocar nos la den sin asas. Es como si los guantes para tacto rectal, los hicieran sin dedos.

Pero sólo viviremos felices cuando exista un día en el que miraremos a una bolsa de plástico a los ojos. En el día en el que no cuente su clase ni su condición social. Pero sobre todo, seremos felices cuando en el DIA no haya que pagar cinco céntimos por una bolsa. ¡Gracias!

· Monologo del gran Luis Piedrahita: www.youtube.com/watch?v=1iuTFve_3tE

· Monologo de Jose Juan Vaquero, gran comico: 1.- www.youtube.com/watch?v=RgZ9-2ZSPdA
2.- www.youtube.com/watch?v=8Y1Ujk7o0ko
3.- www.youtube.com/watch?v=0NG7U_jZAps

viernes, 4 de junio de 2010

Monólogo del Club de la Comedia, por Manel Fuentes

Buenas noches. ¿Qué tal están? ¿Se imaginan que cada uno de ustedes subiese aquí­ ahora mismo y me contase realmente qué tal está? -Pues yo acojonao con la hipoteca. -Pues yo estoy fatal de las cervicales y tengo que ver la tele con un espejo. -Pues yo muy bien, pero mi marido cada dí­a está más tonto... ¡Serí­a terrible! Pero ustedes saben que yo no les digo qué tal están para que me lo cuenten, es una muletilla. Las personas no podemos vivir sin usar muletillas... Yo creo que es porque el cerebro es más lento que la lengua, o sea, que decimos algo así­ como "¡Voy a ponerme a hablar!" para ver si mientras se me ocurre algo que decir.

La primera muletilla que aprendemos es ¡mamá!. Y la utilizamos para todo: ¡Mamaaaa leche, Mamaaa pipi, Mamaaa caca! Llega un momento en que el que el niño ya solo utiliza la coletilla, si te dice: ¡Mama!, ¡¡mama!!, !!!mamaaaa!!! Eso es que se esta cagando. Pero si dice: ¡MAMAAAAA! Eso es que ya...

Y claro luego llegan al colegio y su muletilla principal es: ¡Que te cagas! Mi padre me ha comprado una Play-Station que te cagas, y tambien tienen otra que es ¡Pos mi padre! Pos mi padre me ha comprado la Play-Station en la que salen todos los Pokemon, pos mi padre es Pokemon y te va dar una paliza que te cagas, ...

Lo que pasa es que llega una edad en que al niño le salen pelos en las piernas y se da cuenta que aunque quiera no puede seguir diciendo: ¡Mamaa!...Y entonces empieza a decir: ¿Que pasa ti­o? ¿De que vas tio? ¿Como esta tu ti­o, ti­o?

Y asi­ vamos creciendo y creciendo. Y vamos almacenando cada vez más muletillas, hasta que llega un momento en que tenemos muletillas para cualquier situación. Por ejemplo, cuando estamos en grupo y de repente se acaba la conversación, mientras pensamos algo que decir empezamos:
-¡Aaaaay señor...! -Pues si... -Aquí estamos. -Pues eso... -Pues estamos buenos. Aqui­ un coletillero chistoso añadir­a: -Bueno, estaba y se murio... Y otro: -Pues no estar tan bueno... -Es que no somos nadie... -Oye, pues el muerto al hoyo y el vivo al bollo. -Pues bueno... -Bueno estaba y se murió.... ¡¡¡¡Y así­ hasta el infinito!!!!

Porque las coletillas definen nuestra personalidad: Dime que coletilla usas y te dire quien eres. Por ejemplo, estan los que se creen que los demas somos imbeciles: -Estabamos en su casa, ¿entiendes?, y el se queda en pelotas, ¿entiendes?, e hicimos el amor, ¿entiendes? Pero bueno, ¿en que puta fase de la conversacion cree que me he perdido? Y luego estan los inseguros que dicen: Estabamos en su casa, ¿no?, y el se quedo en pelotas, ¿no?, e hicimos el amor, ¿no? Que aqui ya dan ganas de decirle: ¡¡Pues no lo se, hija!! Si tu tienes dudas es que no, cojones, porque eso se nota, ¿no?

Por la muletilla que usan tambien se reconoce a los pijos. Por la muletilla y porque parece que esten saliendo de la anestesia del dentista. La muletilla favorita del pijo es -Paara nadaa... te lo jurooo; ¿Has vistoo a Pepota? Para nadaaaa. ¿Te gusta el funky? Para nadaaaa. ¿Vales para algo? Para nadaaaa... te lo juroo.

De todos modos los reyes de la coletilla son los locutores de radio musical, que claro, como hablan tan deprisa no les da tiempo a pensar... Estos con cuatro coletillas y un reloj tienen el programa hecho: ¡Hey! Son las cuatro de la tarde, las tres en Canarias ¡guau! y en treinta minutos, llegaremos a las cuatro y media, ¿no te parece increi­ble? ¡Hay que ver como pasa el tiempo!, ayer era sabado y mañana ya es lunes, o sea ¡que tenemos el proximo fin de semana a la vuelta de la esquina! ¡Y seguro que bailas musica como esta! Te dejo con ella cuando son las cuatro y dos minutos de la tarde... ¡Dentro de nada las cuatro y cinco!
¿Que ostias les pasa? ¿Van drogados?

Aunque los futbolistas tampoco se quedan cortos con las muletillas, y eso que estos no hablan deprisa­, la verdad es que... No, la verdad es que no. Bueno, no se, ¿no? Y como los periodistas deportivos lo saben, se lo ponen facil: Quique, el partido bien aunque habeis empezado el segundo tiempo un poco mas flojos y luego habeis remontado al final, parece que os quedan fuerzas suficientes para el partido del proximo domingo que es donde teneis que poner toda la carne en el asador. Ahora que lo dices, si­, la verdad es que... si.
¡Que obsesion con la verdad tienen los futbolistas! Aunque esto no es nuevo, lo de usar la verdad como coletilla viene ya de los Evangelios. Estaban todo el dia: En verdad, en verdad te digo..., lo que daba lugar a conversaciones del tipo: En verdad, en verdad te digo, Judas, que ¿que tal estas? Pues, en verdad, en verdad te digo, Jesus, que por aqui­, traicionandote un rato.

Y luego estan los poli­ticos, que como no tienen nada que decir son los que mas muletillas utilizan: Puedo prometer, y prometo... Por consiguiente... La Reina y yo, nos llena de orgullo y satisfaccion...
Algunos de tanto usarlas se les estropea el mecanismo. Como a Pujol Forns forns frons... frons frons frons frons... Para Cataluña... o Fraga: Fongrrnsss fongrsss msrrrss... ¡Cien mil gaiteiros! Y el mejor es Aznar que consigue alargar los discursos doblando sus propias muletillas: ¡Somos una nacion moderna! ¡¡Una nacion moderna!! Que es para decirle: ¡Ya te hemos entendido! ¡¡Te hemos entendido!!

Claro, asi­ duran los discursos lo que duran, que les tienen que poner un himno para que se vayan. Con lo facil que es despedirse a base de coletillas: Hasta luego Lucas... En fin Seraf­in... Me piro vampiro... O simplemente, ¡buenas noches!

miércoles, 2 de junio de 2010

Dos chistes machistas! (sin intencion de ofender ;D)

Nuevo Cajero Automático "DRIVE IN"-Directamente desde su coche. Los clientes podrán sacar dinero de su cuenta sin salir del vehículo. Para poder aprovechar todas las ventajas que ofrece este novedoso sistema, se han dado las siguientes instrucciones a los clientes:
Hombres:
1. Alínie su vehículo junto al cajero automático.
2. Abra la ventanilla.
3. Introduzca su tarjeta de crédito y su código secreto.
4. Indique la cantidad que desea retirar.
5. Retire el importe.
6. Recoja el comprobante.
7. Si lo desea, cierre la ventanilla.
8. Reinicie la marcha.

Mujeres:
1. Acérquese al cajero automático.
2. Vuelva a arrancar el motor que se le ha calado.
3. Vaya en marcha atrás hasta que el cajero vuelva a quedar a su altura.
4. Abra su ventanilla.
5. Vacíe el bolso en el asiento del copiloto y busque su tarjeta de crédito.
6. No es necesario que compruebe ahora su maquillaje en el retrovisor.
7. Intente introducir la tarjeta de crédito.
8. Abra la puerta y salga del vehículo para poder llegar al cajero que ha quedado demasiado lejos.
9. Introduzca la tarjeta de crédito.
10. Retire la tarjeta y vuelva a introducirla en el sentido correcto.
11. Coja el bolso, vacíelo de nuevo y busque en la primera página de su agenda dónde tiene apuntado el número secreto.
12. Introduzca el numero secreto.
13. Presione el botón cancelar e introduzca el número correcto.
14. Indique el importe que desea retirar.
15. No es necesario que utilice ahora su pinta labios ni que vuelva a comprobar el maquillaje en el retrovisor.
16. Recoja la tarjeta, el dinero y el comprobante.
17. Busque el billetero en el bolso y guarde el dinero.
18. Ponga el comprobante en su libreta de cheques.
19. No es necesario todavía arreglarse el pelo.
20. Avance su vehículo 2 metros.
21. Vuelva a retroceder hasta el cajero.
22. Recoja la tarjeta de crédito.
23. Vacíe el bolso para encontrar la funda de la tarjeta.
24. Mire atrás y compruebe la cola que ha originado para poder contárselo a sus amigas.
25. Arranque el motor que se le ha calado.
26. Conduzca 4 ó 5 kilómetros.
27. Quite el freno de mano.


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Hay tres mujeres en una isla desierta y se encuentran una lámpara mágica. El genio sale y les dice que les va a conceder un deseo a cada una. La primera dice:
- Quiero ser la mujer más inteligente del mundo. Y el genio le da un super cerebro (mas o menos del tamaño del cerebro de un mosquito).
Viene la segunda mujer, y llena de envidia le dice al genio: -
Yo quiero ser el doble de inteligente que ella! El genio, medio traumatizado y con mucho trabajo le dá un cerebrote (como del tamaño de una rata).
La tercera dice: - ¡¡Y yo quiero ser mucho más inteligente que estas dos juntas!!

Y el genio que no sabía que hacer, la convirtió en hombre.

Chistes de Borrachos!

Erase una vez, un borracho que abordó un autobús en el que viajaba mucha gente, y parándose en el pasillo del autobús, procedió a decir:
-Los de la derecha son unos tarados, los de la izquierda son unos idiotas, los de atrás son unos imbéciles y los de enfrente son unos estúpidos.


Cuando escuchó eso el conductor, freno sorpresivamente, y toda la gente cayó al piso, incluyendo al borracho, y muy enojado el chofer tomó al borracho por el cuello y le preguntó:
-¡Ahora sí, dime, ¿Quiénes son unos tarados, unos idiotas, unos imbéciles y unos estúpidos?


Y el borracho contestó:
-Ya ni sé, ¡Están todos revueltos!


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Estaban dos borrachitos en un bar cuando ya estaba por cerrar.
-Oye cumpa, ¿por qué no vamos a mi casa para seguir chupando?
-No, mejor vamos a la mía que es aquí cerquita.
-No cumpa, la mía es más cerquita. A ver, vamos, a ver cuál es más cerca.

Y se van, llegando a la esquina se detienen y uno le dice al otro:
-Ya llegamos cumpa, está es mi casa.
Y el otro le dice: -No puede ser cumpa, ésta es mi casa.
-No te creo, es la mía. A ver, tocaremos la puerta así sabremos de quién es.

Tocan la puerta, sale la dueña, y les dice; -¡Que bonito, que bonito, padre e hijo borrachos!

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Entra un hombre borracho a un bar, se sienta en una mesa y empieza a gritar fuerte:

-¡Camarera, hip, cabbbmmmarera, hip!

-Señor, por favor compórtese, ¿Qué desea?

Entonces el hombre saca unos pollitos de los bolsillos, los pone sobre la mesa y dice:

-Tráigame una botella de whisky para mí y para mis sobrinos.

La mujer queda muy asombrada, pero le trae la bebida. Al rato vuelve a llamar el hombre: -¡Camarera, una botella de tequila para mí y para mis sobrinos! Al rato nuevamente: -¡Camarera, un champagne para mí y para mis sobrinos!

Entonces la mujer se acerca y le dice: -Escúcheme, usted ha bebido de más pero no me va a decir que cree que esos pollitos son sus sobrinos.

-Por supuesto que sí, los encontré en la calle y me decían: "Tío, tío, tío, tío".